ciudadanos de Madrid y Bilbao, en España, pueden pedir un taxi enviando un mensaje desde el celular gracias a un moderno sistema que integra tecnología GPS. El pasajero lo pide desde su teléfono móvil, incluso apretando sólo un botón si
tiene instalada una nueva aplicación que funciona con iPhone, BlackBerry, WindowsMobile y Android, o bien vía web. El sistema en forma automática, ubica por gps al taxi más cercano y sin mediar un operador pasa los datos de ubicación del pasajeros al chofer, quien al aceptar el viaje, envía en forma inmediata información sobre el vehículo y chofer, la distancia a la que se encuentra y el tiempo que tardará en recogerlo. Los más importante es que, además de la comodidad (de cuatro minutos, la espera a bajado a únicamente 10 segundos) y seguridad (los clientes deben estar previamente registrados)
permitirá a los taxistas dejar de circular vacíos para encontrar clientes, agilizando el tránsito y reduciendo la contaminación.
Puede parecer complicado, pero son medidas que el gobierno debería obligar a ir tomando de forma paulatina, y que mejoraría el servicio y el tránsito en la ciudad.
Ya se está dando la discusión -nuevamente y otra vez- sobre si los taxis deben o no ir por los carriles exclusivos buscando pasajeros para levantar. Y más allá de las peleas y campañas agresivas entre los diferentes medios de transporte (el subte la ligó no sabemos cómo ni por qué), uno de los problemas que tiene el transporte público de Buenos Aires es que el sistema de taxis es lento y hasta obsoleto. Por una cuestión jurisdiccional y estúpidamente política, el gobierno porteño no puede decidir sobre el recorrido de los colectivos porque pertenecen a la órbita nacional. Lo que hace es cambiar el sentido de circulación de las calles y los obliga a cambiar la ruta para donde él quiere. Pero en el caso de los taxis, el gobierno de Macri es quien otorga -y en todo caso quien también puede revocar- las licencias.
Sueño con el "Taxi Porteño"
Hay que renovar el sistema por completo y crear el nuevo Taxi Porteño:
















