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Prohibir la entrada al centro según patentes

En Colombia el sistema de restricción para ciertos vehículos se llama PicoyPlaca, por la «hora pico» y la terminación numérica de la «placa» o patente, como la llamamos en Argentina. Está vigente desde 2008, pero han tenido que ir extendiendo el horario y cantidad de vehículos vedados a circular porque se trata de un sistema con visión cortoplacista.
Según un estudio realizado por Victor Cantillo, del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad del Norte de Barranquilla, Colombia, entre las desventajas de la política de restricción según número de placa se cuenta el incremento del parque automotor debido a que los usuarios con poder de compra adquieren un segundo vehículo (muchas veces de peores características en términos de contaminación ambiental), el incremento en el número de viajes en taxi, el ser una medida vulnerable a fraudes (como la falsificación de  placas), y el difícil manejo de excepciones a ciertos tipos de vehículos, personas o entidades. Para sortear estas dificultades, se rota el número de terminación respecto del día en que la prohibición aplica, sin embargo, lo analizado por Cantillo es que en el largo plazo la medida deja de ser eficaz y, en muchos casos, ahonda los problemas de movilidad y contaminación que pretendía reducir.
El sistema supo aplicarse en Buenos Aires en 1994 con un claro fracaso: sólo se logró una reducción del 2,6% de vehículos en el microcentro, ya que la mitad no la cumplía y la otra tomaba taxis o remises o usaba otros autos. Sin embargo, varias veces se planteó desde los medios la amenaza de volver a aplicar la medida. En julio de 2010, el Subsecretario de Tránsito y Transporte Guillermo Dietrich aseguró que no había planes para aplicar una restricción vehicular porque habría que hacer una inversión enorme para controlar y para cobrar las multas. De tal manera, su gestión tomó medidas para priorizar el transporte público, como el nuevo Metrobus, o directamente desalentar el uso del auto en el centro, con peatonalización de varias calles y el achique de calzada para dar lugar a las cilcovías asociado al Bicing, el sistema de alquiler gratuito de bicicletas por una hora. Además, en conversaciones con Dietrich, éste se mostró totalmente en contra de prohibir la circulación por patentes porque en el escenario ideal (impracticable) podría  reducir el 20% de los coches particulares (sin contar los de empresas y de transporte de pasajeros), pero el incremento del parque automotor que ronda el 10% anual con una venta record de vehículos y un patentamiento de 15 mil coches por mes, nos dejaría en la misma situación caótica (o peor) en apenas 2 años.
Toda esta repetida discusión se da porque el diputado del PRO (sí, el partido oficialista!), Oscar Zago, presentará en Legislatura un proyecto para aplicar la medida, y también propondría un precio diferencial del peaje para quienes viajen en solitario (otra medida que fracaso!) y el impracticable aumento en el litro de combustible para los que lleguen a la estación sin compañía (me imagino un «se alquila acompañante para cargar nafta» en cada esquina previa a una estación de servicio!).
Nuevamente deberíamos hablar de lo vergonzoso que es que no exista comunicación entre ministros y legisladores del gobierno de Macri, pero atentos a que anoche mismo se realizó una reunión de la comisión de transporte de la Legislatura en la que estuvieron presentes tanto Zago como Dietrich, y que según este último el tema ni siquiera se planteó, me parece que lo que hubo aquí fue una jugada política para cambiar la charla o incluso una peleita de internas de cara a los reacomodamientos que se vienen en el inicio de la segunda gestión del jefe de gobierno.
Para finalizar, un poco de humor colombiano sobre el PicoyPlaca: