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Tren Sarmiento: a pasar la SUBE al salir

Está claro que ningún aumento es bienvenido, pero el del Tren Sarmiento quizá no haya molestado tanto. Y no lo digo desde el bolsillo, donde cada peso cuenta, sino porque se nota una completa mejora del servicio con ya todas formaciones son 0km funcionando, y a la espera de otras 4 más que achicaría la frecuencia por debajo de los 10 minutos.
La suba en porcentaje es alta, pero hay que tener en cuenta que la tarifa estaba muy baja y que incluso ni siquiera se pagaba. Sin embargo, seguirá siendo la forma más económica para llegar desde el Oeste al Centro. Tal como se ha hecho con los colectivos, aquellos que abone con la tarjeta SUBE (con la cual pagan su boleto más del 93% de los usuarios), el precio será diferencial: la tarifa pasó de $1,10 a $2, en los recorridos de 1 a 12 km; y a $3, en los casos de más de 13 km. El «tramo barato» de 2 pesos comprende todo el recorrido en Capital: de Liniers a Once, y son aproximadamente 5 estaciones en provincia.

Una de las modernizaciones que permiten la implementación de esta nueva tarifa diferenciada por distancia recorrida es que se han instalado molinetes inteligentes «de entrada» y «de salida» con lectora de SUBE en todas las estaciones. Lo más importante para el pasajero que haga un «recorrido barato», es que al salir de la estación de destino, deberá volver a pasar la tarjeta por el lector para avisarle a la SUBE que finalizó el viaje y se les cobre la tarifa correspondiente al primer tramo. Si no lo hiciera, el pendiente de la tarifa completa de $3 pesos que se generó el chekin, se debitará al pasar la SUBE por cualquier otro lector (incluso el del colectivo). Este sistema de cobro con «entrada» y «salida», aunque parece complejo, es muy auspicioso porque permitiría en un futuro instaurar «tarifas combo» de tren + bondi (más súbte puede ser más complejo sólo por una cuestión política, atentos a que el subte depende de la Ciudad de Buenos Aires).

También este sistema pretende reducir la evasión y que todos paguen su boleto, no en un concepto recaudatorio, sino de conciencia ciudadana y cuidado del servicio (en contraposición de la máxima que primó por años de «no pago porque se viaja mal»).

Los que no utilicen la tarjeta SUBE, tendrán una tarifa plana de $6, pero aquellos pasajeros que cuentan con atributo social -como jubilados y pensionados, ex combatientes, personal de trabajo en casa de familia, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, por embarazo, o planes Jefes de Hogar- obtendrán un descuento adicional del 40%, con lo que pagando con la SUBE abonarán $1,20 y $1,80 en las respectivas secciones. Los boletos “Escolar” y “Estudiantil” no sufrirán modificaciones, y quedan de $1,10.
Más allá de que en la hora pico de la mañana (de 6.45 a 7.50) en la que los trenes siempre están a full, se ha notado un crecimiento en el número de pasajeros mes a mes. Y ha comenzado a haber un traspaso de pasajeros de la combi al tren, obviamente por costos, pero también por retorno de confianza en el servicio, sobre todo al regreso, extendiéndose cada vez más la hora pico.