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Inversión en trenes al interior para mejorar servicios

Hace algunos meses, nos sorprendía la inauguración de un nuevo servicio de trenes internacional entre Argentina y Uruguay. El viernes por la noche, sorprendió aún más la noticia de que comenzó a correr el nuevo Tren a Misiones operado por TBA, por cuenta y orden de la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOSFE). Y hoy empieza a prestar servivio diario, a excepción de los domingos, el nuevo Tren a Mar del Plata.
Al parecer, la Secretaría de Transporte comienza a prestarle mayor importancia al servicios de trenes de larga distancia, el que debería ser la alternativa rápida y segura para viajar a las principales ciudades del interior ante la alta siniestralidad de omnibus. Más trenes es mayor seguridad vial, no sólo por los pasajeros trasladados, sino también por un posible abaratamiento y más rápido transporte de mercaderías frente a la política del camión que abarrotó las rutas.
En el caso de «El Gran Capitán», hacía varias semanas que no prestaba el servicio y desde hace meses el gobierno nacional le exigía a la provincia de Corrientes la rescinsión de la concesión que había brindado hace 8 años, atravesando otros 4 distritos, llamativamente sin contar nunca con la habilitación correspondiente de la Secretaría de Transporte (a pesar de a ver sido lanzado durante la presidencia de Néstor Kirchner). Con un sincronismo sorprendente, el jueves 15 de diciembre el gobierno provincial de Corrientres, a través del decreto Nº 3010, depuso la concesión a la Empresa Trenes Especiales Argentinos (TEA) por incumplir «con el orden público en materia de seguridad ferroviaria sometiendo a los ciudadanos a un riesgo permanente en su integridad física, tal como lo informa la Comisión Nacional de Regulación del Transporte”. Y el viernes a última hora, comenzó a funcionar el nuevo servicio con tres «duplas holandesas», como las que están corriendo en el Tren Binacional por esas mismas vías para cubir Pilar-Paso de los Toros.
El nuevo tren a Misiones, también partirá desde Pïlar, lo que beneficiará al tren urbano Urquiza, operado por Metrovías, que en repetidas oportunidades sufrió demoras porque el maltrecho Gran Capitán quedaba varado obstruyendo las vías. De todas formas, el viaje desde y hacia capital se completará con un servicio complementario y gratuito de buses que trasladará a los pasajeros entre Pilar y Constitución. También en Misiones, el recorrido entre Apósteles y Posadas se completa en micros hasta tanto se puedan reestablecer las vías que fueron inundadas por Yacyretá, según informó el subsecretario de Transporte de Misiones, Hermes Almirón.
Los pasajeros que realizaron el primer viaje a Misiones, reconocieron que el nuevo tren ofrece más confort, pero advirtieron que el tiempo de viaje sigue siendo excesivo, más de 24 horas. A pesar de que los vagones DH2 modelos 1981 y 1982, traccionados por motores diesel Cummins NT 855 r4, pueden alcanzar los 100 km/h, las vías no se encuentran en buen estado, por lo que se estima que se necesitaría una inversión inicial de 200 millones de dólares para repararlas.
Desde TBA informaron que en una primera etapa, habrá una frecuencia por semana, partiendo de Pilar los viernes a la medianoche, y desde Apósteles los domingos a la noche. También aseguran que más adelante se reemplazará la configuración interior con distintas clases (turista, pulman y primera), con butacas más reclinable, aire acondicionado, servicio de comidas, pantallas LCD y TV, como ocurrió con el Tren Binacional (foto). Lo cierto, por ahora, es que se actualizará el costo de los pasajes a $ 90 a Concordia y a $ 270 hasta Apostoles. Casi el doble del valor que cobraba el Gran Capitán, pero aún mucho más barato que un micro.
Por último, en el caso del nuevo tren a Mar del Plata, se están inspeccionando los 404 km de vías, que precisan estar en óptimas condiciones para que circulen por sobre ellas las nuevas formaciones Talgo IV. La importante diferencia de peso con respecto a los viejos vagones obligan a transitar a bajas velocidades por temor a un nuevo descarrilamiento como el ocurrido en Chascomús. La inversión también sería millonaria, ya que entre los trabajos por ejecutarse figuran la rectificación del trazado de una curva en cercanías de Dolores, la modernización completa de las señales de ingreso en la estación ferroautomotora de Mar del Plata y la puesta a punto de las vías existentes a la altura de Chascomús, donde el ramal deja de tener un trazado de doble vía, alcanzando los 150 millones de dólares.
Más allá de las millonadas a gastar, que esperemos sean efectivamente invertidas correctamente, y las claras desprolijidades como levantar las nuevas terminales de Mar del Plata y Miramar sin poder prestar primero un servicio de calidad, celebramos que el estado ponga el ojo sobre los trenes.