Sebastián Cabello se encuentra inhabilitado por la justicia para manejar hasta el 2015, luego de que en 1999, al correr estar corriendo una picada en Av.Cantilo, el auto que manejaba se estrelló contra otro y mató a una mujer y su pequeña hija.
Sin embargo, el miércoles pasado el partido bonaerense de Malvinas Argentinas le otorgó un nuevo registro de conductor. El director de Tránsito de dicho partido, Horacio Anello, confirmó anoche en el programa de Mercedes Ninci, La mecha encendida (FM 104.3 Continental), que le fue otorgado el carnet de manera “equivocada”, ya que, alegó, su dependencia recibió la información de la Justicia con un número de DNI que no correspondía a Cabello.
Por su parte el abogado de Cabello, Alejandro Novak, dijo que “Anello se lo dio por error que hubo con la ocumentación. Enterado del problema fui a la casa de Cabello, le pedí el carnet, lo rompí en dos pedazos y pediré la anulación”.
Más allá del «error burocrático», incluso poco creíble por parte del funcionario, es claro que Cabello no podía desconocer su inhabilitación. Sería loable que ante esta situación se estudie la posibilidad de ampliar la sanción, aunque hay tener en cuenta que la misma justicia que lo condenó oportunamente a 12 años de prisión, anuló luego la sentencia y lo dejó en libertad, por entender los jueces que el joven fue negligente, pero no quiso hacer daño. ¿Querer obtener la licencia, sabiendo que no podía, no es acaso hacer daño?
