ControldeTransito consultó a un piloto comercial de helicópteros quien señaló que ante una falla mecánica, como por ejemplo que se plante el motor, el rotor principal y de cola siguen girando y está la posibilidad, de tener una buena altura, planear en descenso la aeronave hasta lograr un aterrizaje casi normal sobre sus esquíes. Esta es una práctica común en entrenamiento que se denomina autorrotación, pero la dificultad es mayor cuando se está sobrevolando agua, porque no se puede acuatizar, y poner la aeronave de costado e intentar estabilizarla sin motor, para poder lanzarse a nadar al agua es más que difícil, sin contar que la maquina caería sobre nosotros. Por esto los pilotos evitan sobrevolar grandes espejos de agua. Un «exceso de confianza» podría haberle costado la vida a Ferzola.
También está la posibilidad de que haya entrado en una nubosidad densa y baja que le provocó una desorientación total, sin oportunidad de poder pasar a navegación por instrumentos, y podría haber sido el mismo quien haya dirigido la aeronave hacia tierra o espejo de agua.