El champagne, champaña o cava tiene una moderada graduación alcohólica, entre 10,8 a 12,8º, con lo que se lo puede considerar casi como el vino. Entonces, si uno será el conductor designado podrá de todas formas podrá brindar y tomar una copa. Dependiendo del peso y contextura, por ejemplo aquellos de más de 70 kilos, podrán hacer un segundo chin-chin.
Mitos que pueden provocar un siniestro
- No importa si uno mezcla el vino con soda, cerveza con fanta, vodka con frutilla o le pone hielo al champagne. La presencia de alcohol en sangre será la misma a igual cantidad de bebida alcohólica ingerida.
- Beber mucha agua u orinar, no elimina más rápido el alcohol. El 90 % es eliminado por el hígado a una velocidad que depende de varias circunstancias.
- Comer en forma abundante, especialmente grasas, reduce la absorción de alcohol en el organismo. El alcohol pasa en principio a través de las membranas del estómago a la corriente sanguínea. Se sabe que tomar aceite o clara de huevo forma una película en el estómago, pero sólo demora la absorción que será realizada luego por el intestino. Comida, cucharada de aceite o huevo, no eliminan el alcohol, sólo hacen que «pegue» menos.
- Existe la tolerancia y por eso hay a quienes se les nota menos los efectos del alcohol, pero está en la sangre y si supera el 0,5 gramos en el alcoholímetro estará en infracción, a pesar de que no esté borracho.
Después de consumir, en menos de veinte minutos ya el alcohol se fue a la cabeza y afecta -aunque no lo notemos- nuestro tiempos de reacción y coordinación. Si van a tomar, no conduzcan.